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lunes, 11 de febrero de 2013

Detrás de las sombras

Cerro sus ojos y deseo desaparecer viajando hacia lo mas claro de su alma. Todos sus intentos habían sido inútiles,  su corazón seguía latiendo cada segundo con mas intensidad. Quizás estaba destinada a vivir por siempre o a morir de cualquier otra manera.
Concentrada, intento llamar a la suerte, pero esta no aparecía.Todos aquellos intentos habían sido interrumpidos por obra del destino.
Pensó en todos los momentos, mas los malos que los buenos, intento concentrar su bronca para intentar desprender su alma una vez mas.
Inquieta tanteo para encontrar la navaja que había afilado días atrás  Las lagrimas desbordaban de sus ojos, los cuales seguían cerrados con intensad. Su alma estaba pura, tal como ella quería,  pero su mente estaba encerrada en un lugar  oscuro y sombrío.
Todos aquellos recuerdos que habían parecido desaparecer cobraban vida para darle fin a este castigo. Tal vez la intoxicación y el intento de asfixia anterior no habían funcionado, pero esta vez no había salida. Esta vez era para siempre, sin que nadie la salve, sin que el destino se atreviera a interrumpir.
Arrastro la navaja hasta su pecho y la sujeto con las dos manos. Sin miedo empujo el filo con ambas manos, esperando que alguien la viniera a salvar.
Cayo de la silla donde había estado varias horas pensando. La sangre recorría su cuerpo, aun caliente, y caía en la alfombra impregnándose cada vez mas.
Nadie había ido por ella. Ya era tarde para arrepentimientos, nadie vendría a buscarla.
Volvió a cerrar sus ojos  y se relajo para morir.