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domingo, 28 de abril de 2013

300

No pasaba un día sin contar hasta 300. 300 para matar el tiempo, 300  para salir, 300 para olvidar.
Esa sonrisa, única, inolvidable, borrada de la realidad de todos, destruida
Si bien estar algunos meses detrás de esas rejas, confundido, me había generado varios tipos de arrepentimiento. Ya no había vuelta atrás.
¡Que estúpido hombre!, débil,incapaz de escapar del vicio, del dolor, del alcohol.
Mi único objetivo era el castigo, prefería vivir con este dolor por siempre, que morir siendo un cobarde.
Incapaz de borrar esas imágenes me partía la cabeza cada noche contra la pared y cada 15 de Abril moría emborrachado acompañado de la noche.
Su cuerpo, su piel, su voz todo se había resumido a un recuerdo, a una tristeza.
Gritos desgarradores, buscando consuelo, jamas lo olvidaría. Quedaría marcado dentro de mi.
Mi único amor, mi única compañía, todo  se había vuelto lejano.
Mire la hora, esperando que sea el comienzo del ritual. Como todo 15 de abril me tire contra las paredes grisaseas y moribundas y abri la petaca escondida debajo de la cama, para dejarme ir una vez mas.